Luis Gutiérrez tendrá su centro de operaciones en Puerto Rico

Descartó aspirar a la presidencia de Estados Unidos, pero buscará movilizar el voto boricua e hispano en general

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Por José A. Delgado / EL NUEVO DÍA

Washington – A partir de mayo de 2019 y ante los esfuerzos que quiere desarrollar como ciudadano privado para movilizar electores hispanos en general y boricuas en particular en Estados Unidos, Luis Gutiérrez tendrá en Puerto Rico su domicilio y centro de operaciones.

“Cuando salga a trabajar, ya sea en Florida o Pensilvania, saldré del aeropuerto de San Juan y, al terminar, regresaré a Puerto Rico”, dijo el congresista Gutiérrez en una entrevista con El Nuevo Día.

Atrás ha dejado la posibilidad de aspirar a la candidatura presidencial demócrata cuando termine en diciembre sus funciones como congresista por el distrito 4 de Chicago. Pero la idea de crear una estructura para movilizar al electorado hispano con el propósito de presionar a favor de los temas claves para la isla y los inmigrantes comienza a cobrar forma.

Su intención es vincularse a partir de 2019 -sin paga- a la coalición Alianza Nacional para Nuevos Americanos (NPNA), que reúne a 37 grupos proinmigrantes y refugiados en 31 estados.

Por años, ha pasado una buena parte de su tiempo en Puerto Rico, donde tiene residencias. Mantendrá su casa de Chicago, ciudad en la que viven sus hijas y su nieto. Su domicilio estará en Vega Alta.

Su mira política estará en Florida, Pensilvania y, en alguna medida, en Ohio, donde los electores hispanos en general y boricuas en particular tienen un peso que puede decidir quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca. Donald Trump ganó Pensilvania y Florida por menos de 113,000 votos.

“Decenas de miles de puertorriqueños no votaron (en 2016) en Pensilvania. Decenas de miles de puertorriqueños no votaron en Florida”, afirmó Gutiérrez, al indicar que es clave movilizar un electorado boricua en EE.UU. que no solo piense en “cómo sus compatriotas en la isla van a sobrevivir sino a prosperar”.

Como domiciliado en la isla , Gutiérrez perderá el voto por el presidente de EE.UU. y la capacidad de elegir representantes con plenos derechos en el Congreso. “Pero tendré mayor capacidad para transmitir la crisis a la diáspora y por qué es tan necesario que esa diáspora tenga como una meta principal la reconstrucción de Puerto Rico”, afirmó al indicar que solo con escuchar en la isla a la gente rogando por tener electricidad ofrece una perspectiva diferente.

Gutiérrez dejará para después de mayo el cambio oficial de domicilio, pues ayudará a su hija Jessica en su campaña hacia el Concejo Municipal de Chicago. Jessica Gutiérrez es una de varios que retan al concejal boricua Ariel Reboyras por el escaño del distrito 30. La elección es el 26 de febrero de 2019, y una posible segunda vuelta tendría lugar el 2 de abril.

El congresista señaló en diciembre que, en seis meses, sabría si debía aspirar a la candidatura presidencial para elevar los asuntos claves de Puerto Rico y los inmigrantes durante la campaña de 2020. Concluyó que sería más útil “regresando a ser organizador electoral”, en vez de ser el centro deatención de un movimiento.

“Quería hacerlo, pero puede diluir el mensaje sobre Puerto Rico”, dijo, aunque también –pese a que pudiera ser un ejercicio jurídico- no ve posible en términos prácticos promover una candidatura presidencial desde la isla.

Hay cierta ironía en su retorno permanente a Puerto Rico. “Cuando mis padres me llevaron a San Sebastián, a los 15 años, lo que pensaba era en cómo salir de Puerto Rico. Tendré 65 en diciembre, y lo que pienso es en cómo regresar. Es parte de la mística de ser puertorriqueño”, afirmó.

Gutiérrez sostuvo que no irá a movilizar electores en estados como Pensilvania y Florida con la idea de que va a inventar la rueda o a opacar el trabajo que ya hacen organizaciones de la diáspora boricua y otros grupos hispanos, sino a advertir que se necesita conectar esos esfuerzos.

Mientras denuncia la política de “cero tolerancia” del gobierno de Trump “que le arrebata niños de los brazos a sus madres”, buscará que los latinos y los candidatos a puestos electivos se fijen en cómo el gobierno federal trata a Puerto Rico, un asunto que ha puesto bajo la lupa la devastación causada por el huracán María.

“No voy a dictar en este momento cómo debe ser la reconstrucción”, dijo, “pues parte del proceso va a ser, desde Puerto Rico, escuchar a los puertorriqueños”.

Está convencido de que la isla no conseguirá la reconstrucción que necesita con Trump en el poder.

Sin embargo, destacó la importancia de presionar a favor de auditar la deuda, eliminar las normas de cabotaje y una “junta de control” que en medio de la crisis contempla “un plan fiscal que incluye pagarles a los acreedores”, así como poner en perspectiva que “hay que superar la colonia para Puerto Rico echar hacia delante”.

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