LOÍZA – El Programa del Estuario de la Bahía de San Juan lanzó ayer el proyecto “Agua segura”, que provee una planta desalinizadora a comunidades en Humacao, Loíza y Vieques. Esta planta mide la calidad del agua y se encarga de purificarla para poder ser consumida.
Las comunidades que participaron del programa fueron la de Punta Santiago en Humacao, El Ancón en Loíza y próximamente se comenzarán los trabajos en la comunidad Verde Vieques de la isla municipio.
Además de la planta, el Programa del Estuario de la Bahía de San Juan se encargó de desarrollar infraestructura verde en el espacio para convertirla en una que pueda ser usada para la concienciación ambiental y el desarrollo económico dentro de las comunidades.
La comunidad de Loíza cuenta con espacios para la venta de frituras y se espera que en Vieques amplíen un huerto para lanzar el sofrito Verde Vieques.
Este proyecto fue posible gracias a $113,960.70 donados por Unidos por Puerto Rico, $13,560 invertidos por el programa del estuario y $18,000 de la organización Give Power. “Los hemos estirado como el chicle”, señaló la directora ejecutiva del Programa, Sandra Torres.
“La intención era lograr que áreas dejen de ser tan vulnerables. Cuando tú desarrollas infraestructura verde, tú no tan solo agarras el agua, sino tú filtras el agua y eventualmente llega al cuerpo de agua menos impactada y creas una barrera para los huracanes y el cambio climático”, sostuvo Torres.
“Cuando uno transforma un espacio baldío, uno está dándole esperanza a un pueblo que ha sido desprovisto”, agregó.
La directora ejecutiva también resaltó que el proyecto “es un llamado a la acción. No estamos solucionándolo todo. Sabemos que el agua segura es un problema que afecta a las costas y a la montaña. Esto es un proceso, pero es un llamado a la acción a las personas a buscar distintas soluciones y abrir puertas”.
Clave el jardín de lluvia
La consultora de infraestructura del proyecto, Tamara Orozco, explicó que “hay varios elementos de infraestructura verde (en el proyecto) donde se trabaja el manejo de las aguas de forma natural. Uno de ellos es el jardín de lluvia para recoger las aguas a través de suelos compuestos por materia orgánica”.
“Todo lo que ves en los proyectos es parte de un proceso participativo. Aquí se reunió a niños de Nuestra Escuela y a otros niños de la comunidad y ellos diseñaron lo que querían aquí (El Ancón). Es un proceso inclusivo en ese sentido”, agregó Orozco.
Por su parte, el vicepresidente operativo del Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio (Peces) en Humacao, Carlos Vázquez Rosario, señaló que celebran “la capacidad de juntarnos y hacer proyectos colaborativos y de aprendizaje mutuo. El proyecto colaborativo ha traído entre otros beneficios una planta desalinizadora, capacitación para los estudiantes de la escuela superior en el uso de la planta y medición de calidad de agua”.
“Su tercer componente que se titula ‘Aula Verde’ fue un proceso de diseño participativo por los estudiantes de la escuela superior, donde ellos visionan y construyen un espacio para el presente y la posteridad. El legado que deja este proyecto colaborativo es de gran importancia y sienta las bases de proyectos futuros que aporten a un mejor entorno comunitario”, señaló el vicepresidente operativo de Peces.
Mientras, Airamzul Cabral -quien fue en representación de la comunidad viequese-, señaló que “la seguridad de tener agua potable y alimentos se convierten en prioridad. Por eso tanto Agua Segura como el huerto comunitario en Verde Vieques son ejemplos de a donde debemos dirigirnos, no solo en temporada de huracanes, sino todos los días”
“Debemos ser autosuficientes y estar siempre listos para una emergencia”, culminó Cabral.