Nadie tiene la manera de pronosticar el futuro, pero cuando la popularidad tocó las puertas del boxeador Orlando “El Fenómeno” Cruz, con disciplina y dedicación en el campo deportivo, ha sabido llevar el nombre de Puerto Rico muy en alto.
No solo se ha destacado en el deporte, sino también en el activismo a favor de la equidad de todas las sexualidades. En septiembre de 2012 decidió anunciar públicamente que es homosexual, lo que produjo un sinnúmero de reacciones, en su gran mayoría en señal de admiración.
En esta entrevista, vamos a conocer al Orlando del antes y después del anuncio de su orientación sexual, ya que es un deportista consumado y muy respetado por sus propios pares como el púgil Miguel Cotto y Félix “Tito” Trinidad, entre otros tantos. De igual manera, conoceremos el lado humano del peleador y que lo ha convertido en un consentido dentro de la comunidad LGBTTQ. Es oriundo del Residencial Quintana en Río Piedras y lo manifiesta con orgullo.
“Comencé en la carrera del boxeo a los siete años. Mis padres me instruyeron para entrara al campo boxístico. Desde ese momento, empecé a pelear y participar en eventos internacionales como Olimpiadas, Centroamericanos y Panamericanos. Hice mi ciclo completo de 220 peleas, a nivel amateur solo perdí 11. Me convertí en campeón nacional de Puerto Rico en diferentes pesos desde 100 libras hasta 119. Fui el primer olímpico puertorriqueño en dar el salto al profesionalismo antes de Miguel Cotto e Iván Calderón, Carlos Valcárcel, entre otros. Después de las Olimpiadas firmé e hice mi primera pelea”, expresó.
Recientemente, en un reñido combate con el boxeador Lamont Roach Jr. en el que quedó empate, encuentro que se llevó a cabo en el Coliseo de Puerto Rico. La pelea tuvo lugar en la isla que lo vio nacer, lo que lo llenó de mucha emoción y expectativa, pues el entrenamiento tuvo que ser doble.
“Esta última pelea, me preparé como nunca antes, quedamos empate, muchos analistas del boxeo me vieron ganar. Tengo 37 años, no es que estoy desgastado. No estoy viejo aún. Necesito que entrenar mucho más porque estoy peleando con personas más jóvenes. Ellos son la juventud y yo soy la experiencia”, sostuvo.
Como todo boricua de origen humilde, estudió en las escuelas públicas y atravesó momentos difíciles durante su crecimiento, pero todo esto no impidió que sobresaliera en el aspecto deportivo. Y contrario a lo que se pudiera pensar, el Orlando niño era bastante guapetón y defendía a quien tuviera que hacerlo. Eran los primeros indicios de su activismo.
“Mi vida no ha sido fácil. Cuando no tienes nada, la gente no te mira, una vez sales en un periódico, entonces eres el mejor. Yo no tengo amigos, mi madre Dominga Torres Rivera es mi mejor amiga que me dice lo bueno y lo malo. Siempre está conmigo en mis peleas”, relató el deportista.
Es de su querida madre que proviene la vena deportiva, pues Torres se destacó como lanzadora de softbol, mientras que su padre juega balompié. Fue su madre quien lo matriculó en el boxeo a los 8 años.
Incluso, fuera del ring del boxeo, ha sabido ponerse los guantes y defender con uñas y dientes a toda la comunidad gay, cuando se han producido expresiones de rechazo y manifestaciones prejuiciadas. Así de combativo ha sido dentro y fuera del cuadrilátero, una vez procede, lo hace sin miedo alguno. Recientemente, hizo unas expresiones en respuesta a comentarios homofóbicos por parte del otrora peleador, el filipino Manny Pacquiao.
“Por ese comentario homofóbico y fuera de lugar que él hizo hacia la comunidad LGBTTQ perdió auspiciadores. Por eso hay que respetar, aquí no somos, ni mayoría, ni minoría, somos todos iguales y tenemos el mismo derecho como personas y seres humanos. Me consta de que somos muy profesionales y luchamos por lo que queremos. A veces no se reconoce y nos echan para al lado. Sigo en pie de lucha contribuyendo a la comunidad y quiero ser un portavoz para esas personas que denigran y hablan mal y que no se están instruyendo en relación a la comunidad LGBTTQ”, dijo enfáticamente.
Cuando llegó el momento de tomar la decisión de salir del closet, esta no fue nada fácil, pues implicaba revelar ante el mundo su verdadera orientación sexual. Esto podría empañar todas sus victorias, sin embargo la acogida ha sido de mucha solidaridad, en especial de la comunidad LGBTTQ.
“Todo el ámbito boxístico local e internacional me han respaldado porque yo no mezclo mi vida personal con mi carrera en el deporte. Desde manejadores y promotores me respetan. Soy un gran atleta. A ellos no les interesa que Orlando Cruz sea gay y que haya salido del closet. Soy un boxeador gay y me siento feliz así. Esto lo hago porque quiero sentirme bien conmigo mismo”, agregó.
Antes de realizar el anuncio, el deportista ya estaba claro de las implicaciones que tendría, aún así no se arrepiente de manifestarlo al mundo.
“Había una parte mía que no estaba contenta porque yo no quería fingir, ni vivir una doble vida. En un pasado, tuve mis novias y mis mujeres, pero no lo hice por el tape, lo hice porque sí me gustaban en ese tiempo y me sentía a gusto. Eventualmente, empecé a los 18 años a tener mi prime
ra experiencia con un hombre. Ahí fue que dije que esta orientación sexual era lo que me gustaba. Me separé de la que era mi novia y le expliqué el motivo para dejarnos”, expresó.
Cruz agradece que en ese periodo su familia lo apoyó cuando anunció que era gay, no empece a que al principio pudo haber resistencia por parte de su padre. No obstante, una persona se convirtió en esa mano amiga en ese momento difícil.
“Quiero agradecer a una persona bien importante que ha sido un factor importante en lo que es la vida de Orlando Cruz. La decisión que tomé en anunciar que soy gay cuando todavía no era famoso, ni figura pública, ni había dicho nada a la prensa, ni a mi familia. Esa persona es Ricardo Jiménez, más que un amigo ha sido un padre para mí. Al principio, mi padre biológico se negaba a aceptar que su hijo era homosexual. Es el típico papá machista, en ese momento no lo aceptaba y decidió sacarme de casa. Ricardo me abrió las puertas de su hogar y me motivó para que hablar con mi mamá. Ella me dijo: “Tú eres mi hijo y yo nunca te daré la espalda, no importa lo bien o lo mal que estés”. Es mi mejor amiga y es un ejemplo para todas esas madres que rechazan a sus hijos, aun sabiendo que sus propios hijos lo son. Qué triste que no tengan ese apoyo de un familiar”, destacó el boxeador.
Más adelante, su padre comprendió sus verdaderas intenciones y hoy en día es uno de sus más fervientes fanáticos. Incluso, ha conocido y compartido con sus parejas sentimentales y le ha brindado todo su re
spaldo.
La vida le ha dado a Cruz muchas satisfacciones y reconocimientos, entre ellos que fuera nombrado como el primer Cacique, acto que tuvo lugar en el Centro Cultural Segundo Ruiz Belvis y también Mariscal en la Parada Gay en Chicago que se celebra todos los meses de junio en Belmont. Esta es la segunda vez que visita la Ciudad de los Vientos, pues ya la había visitado cuando perteneció a la Selección de Puerto Rico.
“Era un momento que no me esperaba, muy bonito que quieran contar conmigo en la Parada del Pueblo Puertorriqueño, como en la Parada Gay de Chicago.
Mucho antes de mi última pelea, ya Ricardo Jiménez había hablado conmigo para decirle que me detenía mi agenda para acudir a la parada. Aquí la comunidad me ha tratado con ese calor latino por las diferentes nacionalidades como puertorriqueñas y mexicanas. Llegué hace dos días y estoy disfrutando todo esto al máximo con la gente boricua. Espero que sea del agrado”, expresó.
Para el púgil se aproximan nuevos retos tanto dentro como fuera del ámbito del boxeo. Este mes de septiembre peleará nuevamente con un contrincante que está próximo a anunciarse. Además, espera antes de cumplir los 40 años en algún momento convertirse en papá, ya sea a través del método de la adopción o la inseminación artificial.
“Cuando me retire por completo del boxeo, voy a publicar un libro sobre la vida de Orlando Cruz. Muchas vivencias que no he expresado en entrevistas, las contaré en la publicación. Mi vida no ha sido fácil dentro y fuera del boxeo. Y pronto apareceré en un video musical de Sergio Cárdenas que canta rock pop. En el video interpreté a un boxeador callejero. Hasta tuve que actuar en el mismo”, afirmó.
Además, se encuentra negociando junto a unos inversionistas para abrir su propio gimnasio en la ciudad de Miami. Al momento, labora con Miguel Cotto y su equipo de trabajo está compuesto por Juan de León, Angelito Acosta y Alberto Machado, Jean Pagán y José Bonet, quien se encarga de su entrenamiento físico.