La lucha por la excarcelación de Oscar López Rivera cobra una nueva dimensión con la proyectada actividad masiva que una amplia coalición de sectores políticos, cívicos y sociales de Puerto Rico y Estados Unidos ha convocado, y que se celebrará el domingo, 9 de octubre, en el parque Lafayette, en las inmediaciones de la Casa Blanca en Washington, D.C.
Según expresa el congresista puertorriqueño por el estado de Illinois, Luis Gutiérrez, en una entrevista que se publica en esta edición de CLARIDAD, es tajante el contraste entre la actitud evasiva del Presidente de Estados Unidos hacia el indulto del puertorriqueño, mientras ha indultado sin problemas a cientos de prisioneros convictos por tráfico de drogas, como ocurrió tan recientemente como el pasado mes de julio, cuando indultó a cerca de 200 de estos prisioneros.
No cuestionamos la potestad del Presidente de Estados Unidos para indultar a quien quiera. Lo que sí denunciamos es la indiferencia que él y su administración han demostrado hacia el reclamo por la libertad de Oscar López Rivera. Cuestionamos también por qué cada vez que el congresista Gutiérrez intenta conocer el paradero de la solicitud de excarcelación del prisionero político puertorriqueño, ya sea en el Departamento de Justicia, o ante algún ayudante o portavoz del Presidente, se enfrenta -como él mismo ha expresado- a una pared de silencio y a una madeja burocrática que pareciera querer tapar el cielo con la mano para que no se mencionara más un asunto que les resulta desagradable y embarazoso. Sin embargo, se trata del mismo Presidente que le afirmó al actor puertorriqueño Lin Manuel Miranda que la solicitud de excarcelación de Oscar López Rivera se encuentra sobre su escritorio.