La investigación de la estudiante Rocío del Mar Avilés Mercado logró nuevamente el primer lugar en otra competencia de ciencias, esta vez en Túnez, donde la puertorriqueña se alzó con la medalla de oro en la categoría de Biología del International Festival of Engineering Sciences and Technology in Tunisia(I-FEST²).
Lo que comenzó como su proyecto de feria científica hace dos años, mientras estaba en la escuela superior, se ha convertido en la puerta hacia el campo de la biología molecular y celular, siendo la única representante de Puerto Rico en esta competencia con su investigación “La localización subcelular de HuR es afectada por la fosforilación de p38 MAPK en células-T activadas”.
Rocío del Mar, quien estudia biología en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), fue recomendada para participar en el evento tras lograr el año pasado el tercer lugar en el China AdolescentsScience and Techonoly Innovation Contest (CASTIC).
La investigación con la que compitió contra 21 países buscaba esclarecer el rol que tiene la proteína p38 en la localización subcelular HuR en las células T activadas.
“HuR es una proteína que tenemos en las células T y esta, cuando es activada, se mueve del núcleo al citoplasma y ayuda a regular los mensajeros que tienen como misión formar otras proteínas”, explicó la barranquiteña.
“La idea era ver cómo la inhibición de ese grupo afecta que se salga del núcleo. Si HuR no puede hacer esto, pues, ahí es donde comienzan enfermedades neurodegenerativas como Cáncer, Parkinson y Alzheimer”, añadió la universitaria de primer año.
Desde hace dos años, la investigadora trabaja de la mano del doctor Carlos I. González, María Fernanda Duque Osorno y Dina Bracho Rincón como parte de un internado a través del Programa SEED, de la Facultad de Ciencias Naturales y la Sociedad Química de Estados Unidos.
SEED es un programa de internado muy competitivo que les permite a estudiantes de escuela superior sumergirse en una experiencia universitaria de investigación. Anualmente, el Programa SEED (Summer Research Internship Program for Economically Disadvantaged High School Students) recibe sobre 100 solicitudes, pero solo se escogen entre 12 y 14 estudiantes, ya que el programa se financia a través de donaciones.
Tras su logro en Túnez, donde participaron alrededor de 200 estudiantes, Rocío del Mar fue invitada a trabajar en el laboratorio del doctor Kun-Lin Yang en Taiwán,ya que sus investigaciones son parecidas a las que se realizan en el laboratorio del doctor González de la UPR.
Además, la joven logró una invitación a INSPO, una competencia orientada a departamentos de investigación y tecnología, celebrada en Estambul, Turquía.
Durante su estadía en Túnez, Rocío del Mar fue asistida por su mentora Duque Osorno, quien es estudiante de maestría en el área de Biología Molecular y Celular y quien utiliza la investigación como parte de su tesis.
“Los resultados que he obtenido han sido inesperados. Yo no tenía ninguna base en este campo y ellos (María Fernanda y el doctor González) me han encaminado y han despertado mi interés”, afirmó.
“Mi meta es ser embajadora de la ciencia que se realiza en Puerto Rico. De esta manera, abriré puertas para que los estudiantes de nuestro país tengan más oportunidades de desarrollarse en las diferentes ramas de la misma. También para que puedan ser parte del maravilloso mundo científico y que puedan enfrentar el mundo laboral”, sostuvo la joven científica.
De otro lado, la universitaria mencionó que se sintió identificada con la cultura tunesina y la africana. La joven destacó que los africanos son “alegres y fiesteros como los puertorriqueños”.
“Exhorto a que cambiemos nuestra mentalidad sobre el continente africano. Este es uno desarrollado y tiene mucho que ofrecer a los turistas”, dijo.
Por su parte, Rocío del Mar fue seleccionada por la American Chemical Society para formar parte de los estudiantes que hablarán durante el simposio del 50 aniversario del proyecto SEED a celebrarse en Boston en agosto de este año.
Planifica, además, continuar con los estudios celulares, así como otra investigación que desarrolla junto a Bracho Rincón relacionada a la levadura.
“Queda mucho por aprender, mucho por descubrir”, concluyó Rocío del Mar.